“Hago un llamado a que todos depongamos los egos, especialmente el Presidente de la República”: Claudia López

“Hago un llamado a que todos depongamos los egos, especialmente el Presidente de la República”: Claudia López

11 de jun de 2025

En esta entrega del podcast, María Jimena Duzán conversa con Claudia López, exalcaldesa de Bogotá y actual candidata presidencial de Colombia. La discusión se centra en los problemas más apremiantes del país, como el crimen organizado, las fallas en la seguridad pública, y las reformas necesarias para mejorar la situación socioeconómica del territorio colombiano.

Capítulos

Claudia López: Inicio, carrera y aspiraciones presidenciales

Claudia López, exalcaldesa de Bogotá, se ha lanzado nuevamente como candidata presidencial de Colombia. Su carrera política comenzó con investigaciones sobre la parapolítica en el país, y sigue siendo una figura clave en el panorama político nacional.

El crimen organizado y la violencia en Colombia

López describe la situación actual de Colombia como dominada por el crimen organizado más que por conflictos políticos. Argumenta que el fracaso de la 'Paz Total' es evidente y destaca la necesidad de ajustar las instituciones para enfrentar el verdadero problema: el crimen organizado transnacional.

La importancia de la fiscalía antimafia

Propone la creación de una fiscalía antimafia que esté específicamente orientada a combatir el crimen organizado, similar a modelos en Europa, para luchar eficazmente contra estas redes delincuenciales.

Reformas económicas y fiscales

Considera urgente implementar reformas económicas que incluyan una contribución temporal para la seguridad y el desarrollo regional, destacando la necesidad de inversión en energía y educación en regiones vulnerables.

Perspectivas de Claudia López sobre la educación

López resalta la importancia de programas educativos que conecten a los jóvenes con el mercado laboral. Destaca su experiencia como alcaldesa al haber implementado programas efectivos que reducían la brecha educativa y mejoraban la inserción laboral de los jóvenes.

Reacciones frente a la coyuntura política

Aborda la reciente crisis política generada por las amenazas y atentados contra figuras políticas, subrayando la necesidad de mantener la unidad y la democracia en momentos de tensión e incertidumbre en el país.

Reflexión sobre las lecciones aprendidas como alcaldesa

López recuerda las estrategias exitosas que implementó en Bogotá para enfrentar desafíos como la pandemia, destacando la importancia de un liderazgo efectivo y decisiones basadas en ciencia y experiencia.

Conclusión

Claudia López enfatiza que el cambio en Colombia pasa por una serie de reformas estructurales y un liderazgo responsable y decidido. A pesar de los desafíos actuales, sostiene que es posible revertir la situación con decisión política, reformas bien enfocadas e inversión en seguridad y desarrollo regional.

Menciones

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               Nuestra invitada de hoy es una política, diría yo, que comenzó hace mucho tiempo a entender cómo era este país, hizo muchas investigaciones, desató la investigación de la parapolítica, que luego terminó en la Corte Suprema de Justicia, y por ahí se fue metiendo, yo creo que por donde siempre había querido meterse, que es la política. ahí se fue metiendo yo creo que por donde siempre había querido meterse que es la política. Claudia resultó elegida alcaldesa de Bogotá y hoy, por segunda vez, si mal no estoy, está buscando llegar a la presidencia de la República. Teniendo en cuenta que esta es una semana que merece ser estudiada y analizada muy tranquilamente, pues nos pareció importante en el fondo tener de invitada a Claudia López, candidata presidencial por firmas, ¿no es verdad? Así es, María Jimena. Bienvenida aquí a fondo. Ay, pues María Jimena, hace falta aquí a fondo Ay pues María Jimena hace falta tomarse este cafecito y conversar Hace ocho días me inscribí, no llevo sino una semana. Fíjese, hace ocho días entró usted a la carrera de verdad Realmente muy doloroso muy preocupante lo que está pasando. Yo le quería hacer esa pregunta porque pues usted estudió mucho y ha estudiado mucho el tema del conflicto y sobre todo esas alianzas que tienen el mundo criminal con la clase política, con los clanes políticos, ¿no es verdad? Aquí no hay nada, digamos, que sea blanco-negro. ¿Usted qué diría como candidata presidencial? Que además lo debe tener muy claro, porque si no, no se metería en esta carrera. ¿Qué es lo que realmente está sucediendo en el país y cuál es la solución que puede ser política, que nos saque de este abismo de la violencia política en el que no queremos caer. Bueno, Jimena, pues como tú bien lo recuerdas, yo soy ante todo una estudiosa, una nerda, una académica que he dedicado mi vida a estudiar muy en detalle los problemas de Colombia, en particular los temas del conflicto armado, de los procesos de paz, de la construcción de Estado, que ha sido una de mis obsesiones. ¿Cómo puede ser que Colombia no tiene Estado, no tiene mercado, no tiene empresarios en la mitad de su territorio? La gente está a merced del crimen, que es quien regula realmente el territorio, y a merced del clientelismo y la corrupción, porque no hay empresariado privado que pague impuestos y genere empleo. Así que, ¿cómo construir ciudadanía, Estado y mercado? Ha sido mi obsesión académica en la vida. Y déjame empezar, digamos, un poco por decirte un poco cómo veo yo lo que está ocurriendo en general en Colombia. Esta semana ha sido especialmente difícil. Pero realmente creo que es que hace 10 años, La Paz Total ha sido un fracaso, déjame empezar por ahí. Ha sido un fracaso por el despelote y el caos del presidente Petro, pero también ha sido un fracaso por una falta de comprensión fundamental sobre Colombia. Y es que el conflicto armado político de Colombia se acabó hace 10 años María Jimena, se acabó con la desmovilización de los paramilitares y la desmovilización de las FARC y llevamos 10 años, la última parte del periodo del presidente Santos todo el periodo del presidente Duque y todo el periodo del presidente Petro hasta ahora sin ajustar las instituciones a lo que realmente tenemos hoy nadie hoy está en los campos de Colombia dando plomo porque no tenga expresión política, porque no lo dejen hablar, porque no pueda fundar un partido o tener representación política. Todas las fuerzas políticas, no importa cuál fuera su pensamiento, de derecha o izquierda, hoy tienen representación en el sistema político. Tener ese logro nos ha costado sangre, suor y lágrimas y 10 desmovilizaciones. Colombia lo que tiene desde hace ya varios años, pero ciertamente desde hace 10, nítida y escuetamente es crimen organizado transnacional. Gente que está en las armas por billete, no por política. Gente que está en las armas porque trafica lo que se le pase. Animales, coca, minería, personas, contrabando, lo que sea. Y obtiene de esas rentas criminales unas rentas enormes que les permiten reclutar ejércitos, sobornar autoridades. Y tiene un enorme entramado cada vez más sólido, diría yo, transnacional. El crimen transnacional no tiene fronteras, no tiene periodos, no tiene controles, no tiene límites en el tiempo, a diferencia de los gobiernos. Así que tiene una capacidad de operación y de penetración enorme. Y entonces eso se nos viene creciendo, creciendo, creciendo, creciendo, creciendo, y lleva 10 años creciéndose. Y nosotros todos, incluido el presidente Petro, incluido el expresidente Duque, llevamos 10 años diciendo que a eso hay que aplicarle recetas de paz. No. La paz era cuando había un conflicto político. Y entonces las ofertas políticas de reformas, partidos, representación, tenían algún efecto. Aquí pues claramente no lo tienen. Entonces yo creo que ese es el trasfondo estructural de lo que nos está pasando. Ahora, el trasfondo coyuntural es que tanto va al canto del agua hasta que se revienta. Es que estos tres años de caos, de no solamente una concepción equivocada de la naturaleza, de no solamente una concepción equivocada de la naturaleza, las organizaciones criminales que hay, sino un tratamiento azaroso, descuidado, sin estrategia, sin metodología, de creer que es político lo que no es político, de además darles gabelas. O sea, 50 años nos costó desmovilizar a las FARC, María Jimena, y el presidente Petro se reinventó a las FARC en media hora y volvió y les dio el nombre, y volvió y les dio estatus político, y volvió y les dio ceses al fuego sin ninguna contragarantía de nada para la sociedad. Entonces, claro, ese es el cherry en el cake, ¿no? Esa es la cereza en el pastel. Pero el pastel es que llevamos por lo menos una década de crimen organizado creciéndose sin tratarlo como tal. Así que yo creo que la cosa estructural pasa por adecuar nuestras instituciones al fenómeno que realmente tenemos. Pero mire, Claudia, eso dijo el presidente Gustavo Petro al inicio de su gobierno en un muy interesante discurso donde definió cuál era su política de seguridad. Él dijo, la lucha armada en Colombia se acabó, ahora hay una nueva etapa, que es precisamente la lucha ya no contra las guerrillas, porque las guerrillas se acabaron, haciendo una excepción ahí del ELN, digámoslo así. Y lo que hoy hay son organizaciones criminales que viven de las rentas ilegales. Vamos a por ellas, dijo él. Pero bienvenida al presidente Petro, que hoy dice una cosa y mañana dice otra, y pasado mañana no aparece, y tras pasado mañana cambia de idea, y luego cita a las ocho y se va a las cuatro. Y yo celebro que aunque sea en esta coyuntura, lo veo dos días seguidos presidiendo un consejo de seguridad. El presidente está más pegado de su celular que de presidir la fuerza pública y resulta que él es el comandante en jefe de la fuerza pública. Yo realmente creo y lamento mucho, pero el gobierno tan errático, tan profundamente errático. Pero digamos que ustedes comparten el mismo diagnóstico. Lo que pasa es que a la hora... Si uno tiene al frente el crimen organizado, el crimen organizado, valga decir, pues hay en todas partes del mundo. En Europa y en Estados Unidos también hay organizaciones que atrifican personas y trafican sustancias psicoactivas y meten fentanilo. Pero si usted está metiendo fentanilo o coca en Italia o en Estados Unidos, no lo recibe un comisionado de paz que le ofrece un cese al fuego y unas curules. Lo recibe un fiscal antimafia, que tiene poderes especiales para quitarle el billete, para perseguirlo, que no le ofrece una negociación política, sino una judicial. Y además lo recibe un sistema carcelario robusto, que es capaz no solamente de quitarle el billete, sino de realmente incomunicarlo y someterlo a la justicia. Nada de eso hay en Colombia. En Colombia hoy, María Jimena, seis de cada diez criminales que cogemos presos les dan casa por cárcel, o sea, calle para delinquir, porque el gobierno no controla las cárceles nacionales, mucho menos a criminales que se supone que tienen casa por cárcel. Entonces, realmente ha sido la acumulación, ¿no? El presidente Petro, por ejemplo, decidió que no hay que hacer cárceles. Solo por el hacinamiento carcelario tendríamos que hacer cárceles, pero además por el desafío criminal que tenemos, tendríamos que hacer más y mejores cárceles. Entonces ha sido una década de acumulación de un problema, de acumulación de un problema, y la cosa tan errática de la paz total, pues terminó siendo la cereza del pastel y estamos pagando los platos rotos. Así que hoy hay que hacer cosas de inmediato y corto plazo, pero creo que también hay que hacer cosas de largo plazo, como construir cárceles, tener una fiscalía antimafia y tener un régimen que no le dé ninguna garantía. Aquí los abogados de todo el mundo, de un atracador en la calle, se enferman el día que le van a hacer una audiencia de imputación de cargos para poder aplazar la cosa y dilatarla. Si eso hace un atracador de celulares, pues imagínate que no hace una mafia organizada con una cantidad de billetes para voltear el sistema y pagar abogados sofisticados. Entonces aquí tenemos que tener un régimen muy distinto de sometimiento, una fiscalía antimafia poderosa capaz de hacer eso.imiento, una fiscalía antimafia poderosa capaz de hacer eso. Cuando usted habla de fiscalía antimafia, ¿qué significa? Porque yo creo que nosotros tenemos una fiscalía muy poderosa con muchísimos instrumentos. Pero que trata de hacer de todo y no hace nada. No puede hacer completo todo. Yo sigo el ejemplo de Italia. Italia tiene una fiscalía antimafia concreta. Es decir, aquí hay una fiscalía que debería haber, una fiscalía que se dedique contra el crimen organizado, que es un problema tan grande, tan desafiante. Pues aquí lo estamos viendo. ¿Qué tal lo que le pasó hoy a Cali, a Valle del Cauca? O sea, ¿hacia cuánto los colombianos no veíamos? Mira lo que nos ha pasado este año. Vimos la peor masacre en la historia de Colombia. Cometida por el ELN, que de guerrilla no tiene nada. En el Catatumbo. Posa aquí de guerrilla y es un grupo paramilitar que cuida a Maduro y tiene alianzas con él en Venezuela y es un grupo narcotraficante. Es decir, es un grupo de crimen organizado, con todas sus letras. Ellos dicen que no, pero ellos dicen que no. Pero lo importante no es que ellos digan, sino qué hacen. Sí, sí, yo sé. Y qué sabemos nosotros sobre lo que hacen. Lo importante no es que ellos digan, sino qué hacen y qué sabemos nosotros sobre lo que hacen. Por ejemplo, cruzarse la frontera por Venezuela y asesinar a 82 personas en un fin de semana. Eso no lo habían hecho ni los paramilitares en el Catatumbo. Y todos ellos hemos documentado eso, los peores horrores. Y hoy nos pasa en el suroccidente colombiano que las disidencias de las FARC, que son una organización criminal también, narcotraficante, nos hace 19 ataques terroristas en cuatro horas. 19. Y nos mata a ocho personas. Y nos hiere a decenas de personas. ¿Y qué tienen en común el suroccidente colombiano y el Catatumbo? Que están inundados de coca. Coca industrializada. Coca que hoy es un monocultivo industrializado, coca que hoy tiene tres veces la productividad que tenía hace apenas unos años. Es decir, que es un negocio, una máquina de hacer plata impresionante, plata que se utiliza para reclutar niños, para reclutar jóvenes, para comprar armas, para sobornar funcionarios en el mundo entero, para vender esa riqueza ilegal. Entonces, cuando nos estamos enfrentando a eso, María Jimena, yo sí creo que a eso no nos podemos enfrentar, ni con el régimen de garantías que le damos a un raponero, ni con la misma fiscalía que está a cargo de todo, del pasado, de justicia y paz, del raponero... ¿Usted propondría una reforma a la fiscalía? Absolutamente. Para que haya una fiscalía general de la nación para la ciudadanía, para la violencia contra las mujeres, que está creciendo, para el hurto y el atraco, que es un problema gravísimo, para la extorsión a los comerciantes. O sea, aquí hay temas de seguridad ciudadana. Yo que soy alcaldesa y que fui alcaldesa, te puedo decir la gravedad de esos temas. Eso requiere un régimen judicial, la Fiscalía General de la Nación trabajando con la ciudadanía y con la Policía Nacional. Pero el crimen organizado transnacional del calibre que lo estamos viendo, que se está carcomiendo el 25% del territorio de Colombia, de Colombia, haciéndonos lo que nos está haciendo. Ni qué decir el dolor de lo de Miguel Uribe este fin de semana. O sea, qué calamidad lo que estamos retrocediendo. Eso requiere una fiscalía antimafia poderosa, un régimen especial de sometimiento, un comando unificado de fuerza pública, antimafia que también los enfrente, muy buena tecnología, enorme cooperación militar y judicial transnacional para poderlos combatir. Entonces yo sí creo que son dos fenómenos tan grandes, tan difíciles. El de seguridad ciudadana, por un lado, que no podemos descuidar tampoco. Y el de crimen organizado, por otro, que tenemos que reorganizar el Estado para tener la capacidad de enfrentarlos. Y esta no es la primera vez que nos va a tocar hacerlo, María Jimena. Aquí que no se nos olvide que el día, que en los ochentas, cuando nadie se atrevía a expedirle una orden de captura a un narcotraficante, nos tocó crear la Fiscalía General de la Nación. Nos tocó tener jueces sin rostro porque nos mataban a los jueces, obviamente con esta capacidad de hacerlo. Nos tocó acudir a una cantidad de instrumentos para poder someter al cartel de Medellín después de una enorme y dolorosa confrontación. Entonces, que tenemos que adaptar las instituciones a los desafíos que tenemos, pues eso nos ha pasado muchas veces. Y esto nos coge en un momento de quiebra del Estado, básicamente. Hoy, Gustavo Petro nos tiene pagando intereses de gota a gota a los colombianos, por cuenta de que gasta a mano rota, por cuenta también desde que se encontró una situación fiscal difícil en la pandemia, sin duda, la situación fiscal que dejó Duque, Duque dejó la olla raspada y este siguió raspándola hasta que se rompió la olla, y ya no hay con qué pagar intereses de gota a gota. Así que esto es tan urgente que no aguanta esperar la estabilización de las finanzas públicas, de lo cual podemos hablar también. de las finanzas públicas, de lo cual podemos hablar también. Yo creo que es tan urgente hacerlo que vamos a tener que hacer un acuerdo para hacer una contribución progresiva y justa de quienes más tenemos y más podemos para invertir en seguridad y desarrollo regional. Fíjese que hablando de ese tema fiscal, en medio de esta semana tumultuosa, complicada y difícil, se conoció la noticia que ya se esperaba de que el presidente decidió volarse, digámoslo así, la regla fiscal, para que los que entiendan, los que nos están oyendo y viendo, la regla fiscal era el sistema que permitía... No gastarse más de lo que uno tiene. Es correcto. Una cosa con sentido común que hace uno en la casa. Si uno se gana mil pesos, no se gasta dos mil. Bueno, al decir que no la va a respetar, es como decir voy a gastar más. La verdad, Mariela, es que el presidente lleva dos años volándose la regla fiscal. Y simplemente en esta coyuntura ha formalizado eso. Pero eso tiene consecuencias. Cualquiera que nos está viendo sabe que cuando uno se empieza a gastar más de lo que le ingresa y de lo que se gana, pues entonces uno pide una tarjeta de crédito y echa la deuda para adelante. Y luego pide otra para pagar esa. Y luego pide otra más cara. Y cada tarjeta de crédito es más cara que la anterior. Eso es exactamente lo que está haciendo Petro. Y suben los intereses. Exactamente. Cada tarjeta de crédito nuevo tiene intereses más caros. Entonces, hoy estamos pagando unos intereses. Exactamente. Cada tarjeta de crédito nueva tiene intereses más caros. Entonces, hoy estamos pagando unos intereses de gota a gota, literalmente. Lo que le estamos pagando a la banca internacional, que es la tarjeta de crédito del gobierno nacional, pues es insostenible. Entonces, el presidente logró como lo imposible. Y lo logró. Es decir, logró disparar el gasto del Estado colombiano no solamente porque contrata OPS y gente a lo que da para hacer política, sino porque suben y suben los intereses que hay que pagar. El rubro más importante de gasto del gobierno colombiano no es la educación, no es la defensa, no es la salud. Son los intereses de gota a gota. Entonces, disparó el gasto en burocracia y en intereses. Y bajó el recaudo en los ingresos de Colombia. Conclusión, pues estamos en una situación fiscal imposible en este momento, razón por la cual yo sí creo y lo he conversado con empresarios. Y debo decir que en términos generales agradezco su comprensión, porque sea en la subancaria o sea en entornos más pequeños, donde les he dicho, ¿se acuerdan del 2002? ¿Se acuerdan que estábamos llevados en una situación fiscal otra vez, la crisis del 99, que fue brutal? Sí, que fue muy difícil. Y empezamos por hacer una contribución destinada a la seguridad. Que era el impuesto al patrimonio. Y pudimos recomponer la fuerza pública. Hoy también tenemos que hacer eso. Hoy también tenemos que hacer eso porque tenemos que restablecer el control territorial, la protección de la gente. Y usted ha planteado eso, ¿no? ¿Un nuevo impuesto sería o cómo es que sería? Sí, es una contribución temporal como el impuesto al patrimonio. Y esa contribución para la seguridad yo le haría, digamos, dos o tres correcciones. Una es que esto no solamente es para fuerza pública, las regiones, insisto, lo que no tienen hoy es seguridad y trabajo. No tienen empresarios que generen empleo. Entonces, yo creo que esto no es solamente para fuerza, sino también para infraestructura de desarrollo regional urgente, para poder desarrollar proyectos de empresarios privados que generen empleo y paguen impuestos en las regiones. El Caribe colombiano necesita empresarios. La Altillanura necesita empresarios que paguen impuestos, que generen trabajo. Eso es lo que las regiones no tienen. ¿Por qué Bogotá es Bogotá? Porque tiene muchos empresarios, porque solamente el 2% del empleo de la ciudad es público. El 98% es privado. Por eso la gente aquí piensa como quiere, vota como quiere, porque no depende del empleo público. Aquí a nadie lo intimidan con clientelismo y corrupción por eso. En cambio en las regiones como el Chocó, como Bichada, incluso en buena parte como Cauca o Nariño, la inmensa mayoría del empleo es público, no hay empresarios privados, entre otras cosas porque no hay seguridad, entonces no van a invertir, entonces nadie pone una fábrica, ni abre un negocio, porque teme que lo expropien de facto. Entonces, las regiones necesitan esas dos cosas, y en esas dos cosas deberíamos invertir esta contribución. Necesitan fortalecimiento de la fuerza pública, esa fiscalía antimafia, necesita inteligencia, necesita tecnología, pero también necesita ir de la mano con empresarios privados que desarrollen el cacao, la palma, la agroindustria, la producción energética bien hecha, pero hacerla. Entre otras cosas porque a los costos de energía que tiene Colombia y que nos puso a pagar el presidente Petro, que decidió que no producimos gas, sino que lo importamos. Y que lo importamos tres veces más caro. Al costo de energía que tiene hoy Colombia, en particular el Caribe, no hay industrialización posible. Ni hay una familia... Que es una promesa del propio presidente Gustavo Petro. Claro, pero vuelve y hace todo al revés. El mayor predictor de industrialización en el siglo XX, donde se generó industria y donde no, fue el costo de la energía. pero vuelve y hace todo al revés. El mayor predictor de industrialización en el siglo XX, donde se generó industria y donde no, fue el costo de la energía. En la medida en que hubo mucha energía barata y buen talento humano, se generó industria. La región de Colombia que tiene la mejor ubicación, tiene 11 puertos, tiene gente talentosísima, tiene todos los recursos energéticos que usted quiera. Ya quisiera Bogotá tener el sol del Caribe, ya quisiera Bogotá tener el gas que hay en el Caribe, ya quisiera Bogotá tener los vientos que hay en el Caribe. El Caribe tiene gente, localización geográfica excepcional al lado del canal de Panamá, a pocas millas de Miami y de otros mercados internacionales, pero a ese costo de energía y sin educación de calidad para su gente, no va a tener cómo industrializarse. Y va a seguir dependiendo o del clientelismo o de la corrupción o, digamos, simplemente quedándose en la pobreza. El Caribe es hoy la segunda región más pobre de Colombia después del Pacífico. Entonces aquí hay que tener coherencia, porque lo que las regiones de Colombia necesitan es seguridad y trabajo, pero ese trabajo lo van a dar los empresarios. Para que haya empresarios tiene que haber seguridad, tiene que haber estabilidad jurídica y tiene que haber energía barata, porque al costo de energía que tenemos hoy no vamos a poder industrializarnos. Entonces esas tres cosas van de para atrás y van en sentido contrario y toca enderezarlas para echar para adelante. ¿Usted qué opina de lo que está haciendo Gustavo Petro en materia de educación y qué plantea usted como candidata presidencial en ese sentido? Más bien le cuento qué planteo porque yo creo que si hay alguien decepcionado con las promesas incumplidas del presidente son los jóvenes. Tal vez ningún sector de la población colombiana, muchos de los que votamos con ilusión por un cambio y por mucha solidaridad con la gente humilde que ha puesto más muertos y más pobres, y pensando en ellos más que en cualquier otra cosa dimos un voto de confianza y los jóvenes ni se di y les ofrecieron 500 mil cupos de educación superior y no van ni en 100 mil y en cambio los que tenían un crédito del ICTEX como yo, yo estoy aquí en la vida María Jimena yo no nací en cuno de oro no soy hija de ningún político yo soy hija de una maestra y por eso sé del valor de la educación, porque el amor de mi madre, su ejemplo y la educación de calidad me trajo hasta aquí en la vida. El mérito y la verraquera también, pero sin duda la educación de calidad sí que lo entiendo muy bien. Yo estudié con un crédito del ICTEX, hasta eso le quitaron marchas, pero ¿cuántas? del movimiento estudiantil para lograr tener tasa subsidiada en el ICTEX, y hasta eso quitó el presidente Petro. Entonces, ni cupos de educación superior, ni créditos subsidiados para estudiar. O sea, qué calamidad. ¿Qué hicimos en Bogotá? Y yo sí, por algo, tengo ilusión, a pesar de todo lo que está pasando y de todas las dificultades que hay, de meterme a trabajar por Colombia aquí otra vez nuevamente es porque María Jimena yo ya goberné y goberné en un momento muy difícil con pandemia, con quiebra con desempleo, con estallido social con paro, con líos de inseguridad y soy la alcaldesa que dejó a Bogotá en el menor nivel de pobreza multidimensional en la historia de la ciudad. Porque en tres años recuperamos el empleo, bajamos la pobreza. En el menor nivel de deserción escolar que ha tenido Bogotá en su historia. Y en el mayor nivel de absorción de jóvenes para la educación superior. Luego, si se puede, si lo hicimos en tres años, en medio de semejante adversidad, ¿cómo no lo vamos a lograr en Colombia? ¿Qué fue lo que hicimos? Aprender de las experiencias. Colombia ha intentado muchas cosas. El fortalecimiento de la educación superior, programas como Serpil o Paga, que tuvo sus méritos, pero fue súper injusto con la universidad pública. Con la universidad pública, que me parece que en eso... Después vino Generación E. Pero también teníamos un problema, y es la desconexión. Muchas familias o acceden a un crédito y hacen todo porque su hijo vaya a la educación superior. Van allá cinco años, tienen un título, terminan y no consiguen un plego. Entonces es peor la decepción. En vez de ser un vehículo de movilidad social, la educación postmedia y superior se nos empezó a volver una frustración social. ¿Cómo corregimos eso? Con humildad y aprendiendo. Crearon este sistema que me parece... Hicimos un sistema de triple ronda. Un concurso de triple ronda. Lo primero era preguntarle a los emprendedores, a los empresarios, de hoy y del mañana, a la gente que quiere venir a invertir en Colombia y en Bogotá, qué tipo de habilidades están buscando. No solamente qué empleos tienen hoy, sino cuántos y en qué creen que van a crearlos en dos años, en cinco, en diez. Y cogimos todas esas habilidades, todas esas demandas del mercado laboral, y le dijimos a las universidades públicas y privadas, las pusimos a competir a ambas. Le dijimos, vea, ¿quién nos ofrece este tipo de habilidades? Habilidades blandas, sociales, técnicas, científicas, digitales, de bilingüismo, diferentes carreras. ¿Quién nos las ofrece con los mejores programas? De ciclo más corto, porque los jóvenes y sus familias no son capaces de aguantar cinco años esperando para producir. Segundo, de calidad. No nos interesa nada de garaje ni nada de mala calidad. Tercero, con enganche laboral. Alíense ustedes, universidades, alíense con privados. Si vienen alianzas con privados que van a contratar una vez se gradúen a los jóvenes, les damos más puntaje. Y cuarto, cofinancien. Ustedes quieren plata pública, pongan de ustedes. Y ayúdennos a estos chicos. Estos chicos van a llegar con problemas de nutrición, con problemas de aprendizaje, porque vienen de ciclos, digamos, de educación de bachillerato, que no fue de la mejor calidad. Entonces, denles un ciclo de nivelación. No me diga que no tienen buenas habilidades matemáticas. Nivelenlos. Entonces, tenían que cofinanciar, tenían que ofrecernos programas competitivos en el mercado de excelencia académica y ayudarle a los chicos. Y le pagamos primero a la universidad pública todos los cupos que nos ofreció, todos, desde carreras técnicas o tecnológicas o profesionales, a la base presupuestal de la univers puso a competir en buen sentido, por ser mejores, por ofrecer mejores programas, por tener mejor rendimiento. Y además empezamos a evaluar a las universidades, ese es el tercer paso, por el enganche laboral. O sea, sus estudiantes los vamos a medir, primero porque no tengan menos de exerción, segundo porque se gradúen, tercero porque hagan algo en la vida con lo que aprendieron. Es decir, o consiguen un trabajo trabajo o se vuelven emprendedores o se vuelven científicos y académicos y investigadores pero a la calle, a la frustración, no entonces, todo ese sistema de triple ronda primero al sector privado, luego competir luego el empleo nuevamente hizo que subiéramos casi en 10 puntos la brecha que había. Cerramos completamente la brecha que había entre que tenían mayor oportunidad de entrar a la educación posmedia y superior los jóvenes de colegios privados que de colegios públicos. Esa brecha la cerramos con jóvenes al lado. Segundo, 8 de cada 10 eran el primer joven de su familia que en la historia de su vida de su familia iba a la educación posmedia y superior. Tercero, subimos el nivel de vinculación de los empresarios. Y entonces dejamos de tener sobreoferta de carreras en las que ya no hay trabajo o suficiente trabajo. Abogados, por ejemplo, administradores. abogados, por ejemplo, administradores. Y en cambio teníamos suboferta de programadores, de diseñadores, de enfermeras, de psicólogos, de cuidadores, obviamente de programadores. Entonces, fue un programa súper exitoso. De hecho, Jóvenes a la U es considerado hoy, evaluado por el BID, por la Universidad de los Andes, etc., como el mejor programa de beca de educación posible superior de América Latina. A ver, Carlos Fernando Galán le cambió el nombre, pero lo mantiene. Le cambió el nombre a Jóvenes a la E, lo mantuvo, claro, le bajó dos tercios el presupuesto, pero lo mantuvo. Y eso es un logro para la ciudad. Entonces, estas cosas las sabemos hacer, María Jimena. Si uno, ya lo que mencionamos de seguridad, ya lo que mencionamos de energía y de darle reglas claras a los empresarios y además con este tipo de programas que yo no he encontrado un solo gobernador o alcalde una familia que no diga yo me monto mañana cuánta plata tengo que poner y cofinanciar para que de verdad podamos formar el talento de mi región, entonces si uno tiene talento energía barata reglas claras para los empresarios y seguridad, pues este país vuelve y crece, y creciendo es que salimos adelante. Yo quería hacerle una pregunta cuando uno la oye. Usted está en una situación, digamos, todavía no ha comenzado la campaña, estamos ya en el partido. Estamos una semana y vamos. Sí, estamos en el partido, entonces no se sabe nada realmente. Es más, la cantidad de personas que todavía siguen indecisas sigue siendo casi la misma. Hasta el día anterior de las elecciones la gente está indecisa, imagínese hoy. Pero usted que le dice a las personas y a los críticos que en medio de esta polarización dicen oiga, Claudia se fue para la derecha a ver si conseguía votos. Y en la derecha la consideran que es una persona de Petro. Los uribistas me dicen petrista y los petristas me dicen uribista. Y yo ni lo uno ni lo otro, María Jimena. Pero usted ha hecho más política al lado de Petro o junto a Petro. No, yo no he hecho política ni de Petro o junto a Petro. No, yo no he hecho política ni con Petro ni junto a Petro. Yo simplemente en la segunda vuelta, cuando quedan dos opciones y no queda nada más, pues sí, a mí sí entre el pasado y la derecha y lo mismo del pasado y la oportunidad de un cambio que yo sí creo que necesitaba Colombia, pues y la solidaridad con la gente que nunca había ganado. Pues sí, dos veces ha cambiado nada por él. Ese no es mi partido, nunca he estado en el partido de Petro. Al contrario, cuando fui elegida senadora fue compitiendo contra el partido de Petro. Cuando fui elegida alcaldesa fue compitiendo contra el candidato de Petro y compitiendo contra el candidato de Uribe y compitiendo contra el candidato de Peñalosa. Y los derroté a los tres gracias a la generosidad de los bogotanos. Entonces, ese nunca ha sido mi proyecto. Mi proyecto nunca ha sido ni el uribismo, al contrario, lo he confrontado de muchas maneras por sus ilegalidades. Reconozco los aciertos, pero los abusos fueron tantos. Ni nunca estaba en el pacto histórico. Pero, en segunda vuelta... Pero el verde sí, sí, fue un jugo, un papel muy importante, como partido aliado. El verde siempre ha sido un partido, fue el partido de Mocos. Yo llegué al verde con la ola verde, Marismena. Llegué con Mocos, con Educación Todo Se Puede, con Los Recursos Públicos Son Sagrados, hicimos la consulta anticorrupción. O sea, yo llegué con Mocos a la política. Mocos fue el que logró sacarme de la academia y la investigación, etc. Entre Mocos y el cáncer, que casi me muero, pues, y los parapolíticos que casi me matan. Cuando tenía 43 años dije, hombre, pues, si tanto esfuerzo estoy aquí, vivo más o menos de milagro. Voy a dar este paso y voy a ayudar a meterme en este mundo que es muy hostil y que es muy difícil, pero donde yo creo que uno también puede contribuir. Y me fui del verde, porque hasta el verde corrompió Petro es que qué calamidad, Dios mío santísimo para eso no era el cambio ¿por qué se fue del partido verde? por eso, porque Petro se lo tomó y corrompió alante al verde y pues mocos y yo no nos vamos a quedar en eso y por eso nos fuimos y estamos donde siempre hemos estado recogiendo firmas con la gente, etc. porque lo que importa son las soluciones, no los partidos. Y estoy en esta tarea porque, María Jimena, yo que estudio, que soy rigurosa, que soy juiciosa, que escucho, que estas canas no son gratis, son de aprender con mucha humildad de los desafíos de la vida, de la experiencia que dan los años. Digo, carajo, sí se puede, pero pues una cosa es, como dicen los pelados, una cosa es lo que te ofrecen y otra cosa es la que te llega. Una cosa es la que pides y otra cosa es la que te llega. Yo creo que hoy el país se debate entre el miedo, incluso mucho antes de que pasara esta desgracia del atentado a Miguel, esta escalada terrorista que hemos visto estos días, por donde uno pasara la gente le decía, la inseguridad está disparada, está disparada, está disparada, ojo, ojo, ojo, y miren lo que vamos. Entonces la gente tiene temor y hay una enorme decepción por el cambio que pudo haber sido y no fue. ¿Usted siente eso en todas partes donde va? En todas partes, pues, en todas partes, en unas más que en otras, pero en todas partes. Hay miedo, hay temor, hay frustración, hay decepción. Porque amablemente dicen, es que ni cambiando de gobierno mejoran las cosas, entonces, ¿qué más? Ni con los que nunca habían ganado, ¿no? Porque esa era parte de la ilusión. Entonces, yo creo que estamos en un momento bien difícil, bien difícil. Este año que nos queda, y yo espero que esto sirva por lo menos para que el presidente recapacite. Creo que es lo que todo el mundo le ha pedido. Aquí todo el mundo, de lado y lado espero que esto sirva por lo menos para que el presidente recapacite creo que es lo que todo el mundo le ha pedido aquí todo el mundo de lado y lado hay que decir sectores muy radicales del uribismo, sectores súper radicales del petrismo, empezando por el propio presidente y el presidente que no da ejemplo y la única manera de liderar en la vida de María Jimena es con el ejemplo yo fui alcaldesa, enfrenté una pandemia si en la mitad de la pandemia yo no hubiera salido, me hubiera rodeado de científicos, de médicos, de enfermeras, no les hubiera hecho caso a sus recomendaciones. Habríamos terminado recogiendo muertos de las esquinas. Yo me acuerdo que usted nos mandó a guardar rapidísimo. Tomar una decisión tan difícil, decirle a la gente, no sabemos nada de esta enfermedad, pero sí sabemos que mata y mata masivamente. Mata en Italia, mata en Nueva York, ciudades infinitamente más ricas que Bogotá, atestadas de muertos. Decirle a la gente, no sabemos muy bien, esto es lo único que sabemos, que tenemos que distanciarnos, que tenemos que quedarnos en casa, que tenemos que lavarnos las manos. Confíen en nosotros, vamos a hacer un plan serio, nos vamos a cuidar, pero hay que irse a casa. Confíen en nosotros, vamos a hacer un plan serio, nos vamos a cuidar, pero hay que irse a casa. Cerrar una ciudad de 8 millones de personas no es fácil, pero lo hicimos y tuvimos el criterio y el carácter de hacerlo y de hacerle caso a los médicos y enfermeras y triplicar las unidades de cuidado intensivo y poner camas a disposición y hacer cambios y acuerdos entre las EPS públicas y las EPS privadas para cuidar a toda la gente, viviera en Usaquén, en el barrio más acomodado de Bogotá, o viviera en Usme o en Sumapaz, en la vivienda más humilde, que cualquiera tuviera el mismo servicio de salud, la misma cama, la misma UCI si la necesitaba, que tan pronto como llegaran las vacunas nos vacunáramos. Yo sé lo que es enfrentar crisis. Yo sé lo que es tomar decisiones difíciles. Lo sé hacer con rigor. Nombré un equipo de gente decente y competente. Hice la mayor inversión pública en la historia de Bogotá en cuidado, en educación, en infraestructura, porque así fue como recuperamos a la ciudad de la pobreza, así fue como recuperamos el empleo, sin una sola tacha de corrupción. Tuve una gente seria como Edna Bonilla que tú mencionabas. Mi equipo de gobierno prácticamente estuvo los cuatro años. Pero es imposible que un gobierno funcione si usted se rodea de gente corrupta. A la poca buena que tiene la OTA, gobierno funcione. Si usted se rodea de gente corrupta, a la poca buena que tiene la bota, cada tres meses, este gobierno ha tenido 80 ministros, creo. Esto es imposible. ¿Qué tal que usted tenga un negocio y usted es un panadero y echa al señor del pan, que hace el pan, cada tres meses y cita a sus empleados a las ocho y llega a las cuatro y se pierde tres días a la semana. Y sale una nueva técnica de har 4. Y se pierde tres días a la semana. Y sale una nueva técnica de harina y usted decide no hacerle caso a la ciencia. Así es imposible. Y además se la pasa dividiendo y polarizando y criminalizando a quienes le hacemos críticas fundadas. No es por tirria. Es porque las cosas no van bien, es porque los indicadores demuestran y los hechos demuestran que no vamos bien. Entonces somos nazis, genocidas, o sea, así es imposible liderar un país, sacar adelante un gobierno, cumplir un plan de gobierno. Esa es la frustración de lo que estamos viendo. Una pregunta que tiene que ver con el momento de ahora. Además de que estamos viviendo esta zozobra luego del atentado contra el senador Miguel Uribe, es evidente que estamos también en una semana muy complicada. Porque, por un lado, el presidente, aunque congeló la consulta vía decreto, hasta ahora esa es la noticia, tiene, pues digamos, no es muy claro, diría yo, ojalá, ojalá, porque es que esto no es, esto es, que el señor presidente, cálculenme la noticia, que el presidente dijo que iba a cumplir la Constitución. Es increíble que tengamos que decir que eso es una noticia. Entonces, yo hago un llamado aquí de lado y lado, ¿por qué? Porque fíjate que hubo una actitud arrogante de una parte del Congreso. Yo creo que el Congreso a veces confunde, y sectores del establecimiento, a veces confunden lo errático y lo desacertado al presidente Petro con que este país no necesita reformas y cambios. Este es un país profundamente desigual, profundamente injusto. Y lo desacertaba el presidente Petro con que este país no necesita reformas y cambios. Este es un país profundamente desigual, profundamente injusto. Este es un país donde hay gente que pasa hambre, donde hay gente que no tiene agua, donde la gente se gana muy poquito, donde le toca trabajar mucho y aún así vivir muy mal. Las reformas sociales para que haya empleo, trabajo, seguridad social para todos, la gente no llegue a la bajeza en pobreza y sola, son necesarias. Esto no es por Petro. Esto es independientemente de quién esté en la presidencia. Entonces, una actitud arrogante. Hay unos candidatos que no quieren reformas. Una actitud arrogante, bueno, pues no entienden el país que tiene San Frente. De verdad. Petro puede ir. Ojalá con él se fuera la pobreza, pero esa se va a quedar. Ojalá con él se fuera la miseria, pero esa se va a quedar. Ojalá con él se fuera la miseria, pero esa se va a quedar. Ojalá con él se fuera la informalidad laboral, pero esa se va a quedar. Y nos va a tocar enfrentarla. Y nos va a tocar solucionarla. Entonces yo sí creo que hubo... Hay mucha tirria mutua, bueno, entre otras cosas porque esos sectores se han armado y se han tratado de matar. Entonces es como una revancha sistemática de los unos contra los otros. Mucha desconfianza. Claro, porque además... Y además de eso, arrogantemente, trataron de hundir las reformas, incluida la laboral. Y entonces el presidente le salió adelante con una propuesta de consulta. Y entonces, la única razón por la que el Congreso reaccionó a eso es porque, uy, se nos va a crecer este señor en campaña. O sea, no fue por preocupación de los colombianos, que debería ser, pero no fue por eso. Y entonces ahora estamos en un punto en el que retomaron la reforma laboral, el debate que no habían dado en un año, ahora sí lo pudieron hacer en 15 días, se pusieron de acuerdo prácticamente en el 80% del texto, entonces sí podían llegar a unos acuerdos. Y falta solo un debate que ojalá se dé esta semana para sacar esa reforma laboral adelante. Pero el presidente entonces entra a decirse rifirrafe, amenazante, y los amenaza. Entonces el Senado le niega la consulta. Yo, la única consulta popular que se ha hecho en Colombia se la hizo este pechito María Jimena con 5 millones de colombianos. Y no la pasó y no pasamos el umbral, pero pasamos 4 de los 7 mandatos anticorrupción, hoy son ley, porque la presión ciudadana si vale y si sirve y la organización pacífica de presión a la clase política, si sirve entonces ahí estábamos, en esa tensión entre si reforma o no reforma entre el presidente amenazando, no al Congreso sino no cumplir la Constitución. Eso es inadmisible. Y pasa esta desgracia profunda, lamentable, horrible, del atentado contra Miguel Uribe. Yo además quedé tan impresionada. Yo a Miguel lo conozco, no estoy de acuerdo con él casi en nada, pero lo único que quiero en este instante en la vida es debatir con él el resto de la vida y que salga adelante. Me lo encontré en la subancaria que estuve la semana pasada, nos tocó en el mismo panel, rifaron los puestos y además nos tocó el uno al lado del otro hacía ratas no lo veía entonces le dije, ve Miguel, cómo van tus niñas sé que tuviste un chiquito me mostró la foto de Alejandro o sea, Dios mío santísimo, cómo podemos retroceder a que alguien lo maten por lo que piensa? Dios mío, que hagan semejante atentado en la mitad de Bogotá. Y ahora pues tembló la tierra, nos hacen semejante atentado hoy contra el suroccidente de Colombia. Entonces, de verdad, yo hago un llamado a que aquí te pongamos los egos todos. Desescalemos el tono todos, especialmente el presidente de la República, que es el primero que tiene que dar ejemplo, y nos concentremos en lo que importa, que no son los blindados ni los esquemas de seguridad de 50 candidatos, sino la seguridad de 52 millones de colombianos. Eso es evidentemente lo que está en riesgo. Y está en riesgo en por lo menos el 25% del territorio de Colombia y grave. Y gravísimo. Entonces tenemos que rodear la fuerza pública que tenemos ahorita como la tenemos ahorita. Con lo que tenemos ahorita. Tenemos que concentrar los esfuerzos. Mientras en Bogotá se pelean los políticos, en las regiones se carcome en el territorio la riqueza y la vida de la gente, los criminales. Tenemos que concentrarnos en rodar la fuerza pública, en enfrentarlos con lo que tenemos ahorita y yo francamente creo que se necesita esa contribución a la seguridad del desarrollo regional, fortalecer la inteligencia, tecnología y capacidad de nuestro comando conjunto contra el crimen organizado. Una fiscalía antimafia que se dedique solo a eso, para que la Fiscalía General de la Nación se dedique a proteger a las mujeres y a las niñas que las siguen violando y las siguen agrediendo y manoseando. A cuidar a los tenderos y comerciantes a los que está acabando la extorsión. Y a cuidarnos del atraco y el hurto. Esos son problemas de seguridad ciudadana que tampoco podemos descuidar. No todo es crimen organizado. Esto causa una gran zozobra. Pero esto también es la intranquilidad cotidiana de la gente. Entonces, a estas cosas yo las he pensado con mucho rigor, con mucho detalle. ¿Cómo reconstruir el sistema de salud? Yo hice el único sistema de cuidado que ha habido en Colombia, en América Latina, en una ciudad se puede hacer a nivel nacional para cuidar a las mujeres. Las soluciones, María Jimena, y ya a mí nacional para cuidar a las mujeres. Las soluciones, María Jimena, y ya a mí no es la única que se me van a ocurrir, para eso es el debate democrático, existen. Pero si nos quedamos atrapados en esta peleadera, en este agite, en esta radicalización, que desconoce al contrario, que no solamente lo estigmatiza, sino que lo criminaliza. Entre la criminalización del adversario, el sicariato moral y el sicariato material, hay una palabra y un paso. Y eso no es un chiste en la historia de Colombia. Eso nos ha pasado muchas veces. Así que tenemos una especial responsabilidad con Colombia hoy de concentrarnos en eso de no caer en esas tentaciones no que es que yo no voy porque el señor me gritó usted cree que a mí el presidente Petro no me ha dicho pues lo vino y lo mano y el uribismo no me ha dicho pues lo divino y lo mano pero es que el carácter y el liderazgo yo no fui personalmente pero fue alguien de mi equipo porque ¿y por qué no fue usted? No, porque me parece que lo que había que hacer era estar presente. Ellos invitaron a los movimientos y allá estuvimos. Y allá estuvimos para señalarle al presidente las críticas, pero también para ponernos a disposición de cuidar la democracia, no al presidente. Uno no puede decir, María Jimena, que respeten las instituciones, que respeten la democracia y al minuto siguiente decir desconozco al presidente y a sus ministros por favor un mínimo de sensatez como el presidente no puede decir que hay que respetar la democracia y al minuto siguiente desconocer las decisiones del Congreso ¿y usted está de acuerdo con que se escoja a Gregorio el Hash como procurador para que vigile y dé garantía a la oposición. Esa es una función de la Procuraduría. Esa es una función natural de la Procuraduría. Pero que en lugar de que sea el ministro del Interior... Yo no estoy de acuerdo en que no respetemos la institución. Me parece que es una propuesta muy complicada de manejar. Es decir, el presidente no nos estaba invitando a su caso tomar cito. El presidente nos estaba invitando a lo caso tomar cito. El presidente nos estaba invitando a lo que la ley y el Estado colombiano prevé es el espacio institucional para atender los riesgos electorales que evidentemente los hay. Se llama Comité de Garantías Electorales y por eso estuvimos ahí. Y por eso creo yo que hay que seguir estando. Pero me parece que lo urgente hoy es el Consejo de Seguridad. Es el Consejo de Seguridad no solamente en Cali, sino en todas las regiones de Colombia. Necesitamos al presidente al frente, ejerciendo como comandante en jefe de la Fuerza Pública, presidiendo sus consejos de seguridad, coordinando con las instituciones. Si el presidente le dedicara a la seguridad del 1% de lo que le dedica el Twitter, Dios mío, otro sería el futuro de Colombia. Entonces, ojalá el presidente recapacite, de verdad, porque le dedica el Twitter, Dios mío. Otro sería el futuro de Colombia. Entonces, ojalá el presidente recapacite, de verdad, porque le quedan 14 meses, pues, ¿no? Que son como 10 minutos debajo del agua, pues, más o menos. Pero yo creo, María Jimena, lo dije antes y lo quiero reiterar hoy con mucho respeto. Antes de que pasara toda esta zozobra de esta semana. Decía yo, al presidente le quedan 14 meses y me temo que cada día que pase va a ser peor, más divisivo, más polarizante, etc. Espero que hoy los hechos lo hayan hecho recapacitar. Pero la buena noticia, María Jimena, es que yo sí creo que de esto vamos a salir y tenemos que salir pacíficamente y por la vía electoral. Colombia ha hecho elecciones en la mitad de los bombazos de Pablo Escobar y no las dejó de hacer. Cuando los paramilitares masacraban Colombia, no dejamos de hacer elecciones y protegimos la democracia y creamos contigo y con muchos ciudadanos la misión de observación electoral para proteger la democracia. Nos quedamos lamentándonos, ¿cierto? Cuando las FARC bombardeaban este país y secuestraban, no dejamos de hacer elecciones. En 300 municipios de Colombia hubo épocas en las que las FARC impedían el proceso electoral y allá volvíamos, pues. Así fuera para ser atípicas. Pero la democracia no se puede parar. No puede ser, no puede ser que ahorita las vamos a dejar de hacer. Elecciones. Va a haber a los ciudadanos. Hay que garantizarles la seguridad en sus territorios, controlar el orden público. A la Registraduría Nacional del Estado Civil hay que respaldarla en su labor, a todas las autoridades para que cumplan su labor en el proceso electoral. Y los líderes políticos tenemos que dar ejemplo, no vergüenza. No ponernos a especular con lo que no ha pasado. No ponernos a causar masas obras de la que ya hay. Eso me parece que debe ser ya una regla que ojalá se imponga. Pero oyéndola y oyendo a muchos otros, yo siempre me pregunto, o sea, querer ser presidente de un país como Colombia. Querer ser presidente de un país como Colombia. Digamos, yo que más o menos conozco lo que eso significa y lo que ha pasado en el país. De acuerdo. Eso necesita hacer algo, necesita que uno sea como. No, a todos nos apasiona. Hay gente al que le apasiona la bioquímica y se dedica a investigar y produce papers y le dedica su vida a estudiar una célula. Y esto es así. Yo me he preparado para esto. Yo estudié finanzas y administración pública. Yo estudié gobierno. Yo estudié administración pública. Usted no le teme a todo lo que significa ser... A mí me gusta el servicio público y yo sí algo he tenido en la vida es carácter. Yo he enfrentado a la mafia, a los paras, a la guerrilla, a los corruptos, porque sé que sí las mayorías de los ciudadanos, que somos ciudadanos que no matamos a nadie, que nunca hemos empuñado un arma, que no robamos a nadie, que trabajamos duro, que pagamos impuestos y que queremos que a todo el mundo le vaya bien por la buena. Así somos la mayoría de colombianos. ¿Por qué la mayoría de colombianos no podemos unirnos para sacar este país adelante? De los que se sabotean y casi se matan entre sí todos los días. Del crimen organizado que se quiere carcomer Colombia cuando Colombia tiene tal nivel de oportunidades para tener desarrollo. ¿por qué tenemos que sucumbir a los violentos a la polarización a la estigmatización no tenemos que sucumbir a eso no tenemos que sucumbir a eso y también me meto en esto porque después de muchos años, mucho trabajo muchos servicios públicos algunos privados algunos en la academia digo carajo, esto se puede claro que se puede, es que no es ciencia nuclear, Dios mío, es que educar a los jóvenes de Colombia con una educación de calidad no es misión imposible. Esto lo han hecho países como Costa Rica, o sea, no estoy hablando de Suecia. Brasil lo ha hecho. Tener mejores cárceles. Hay muchos países que tienen un buen sistema carcelario. Claro que eso se puede hacer, pero si en la mitad de la pandemia hicimos ocho hospitales y dimos 78,000 becas de educación superior y recuperamos un millón y medio de empleos en medio de semejante adversidad, ¿cómo no vamos a poder hacerlo ahora para Colombia? Entonces, es por no rendirnos, María Jimena. Es porque también esta es una contribución a construir una mejor sociedad, que es lo que a mí me anima. A trabajar con los empresarios. Yo los tengo un montón de admiración. Y después de ser alcaldesa, más. Así como vi a los médicos y enfermeras cuidarnos, atendernos, arriesgar su vida por cuidarnos del COVID. Cuando ellos ni siquiera sabían, muchos fallecieron por cuenta de eso. Pero mejor dicho, desde la señora que tenía un puestico de empanadas, hasta el que tenía un restaurantico, hasta el que tenía una tienda, hasta el que tenía una ferretería, hasta un gran empresario, hacer, pero lo que tuvo que hacer con tal de salvar su negocio y que no se le quebrara de no perder todos sus empleados, de llamarlos rápidamente. Una empresa es como una familia. Así es la empresa. Estigmatizar a la gente porque produce riqueza. ¡Qué bueno que hay gente que sabe producir riqueza! Así como hay unos que saben producir pan y otros que saben producir vacunas. ¡Qué bueno que hay gente que sabe producir capital y empleo! Y ya para terminar, y otros que saben producir vacunas. Qué bueno que hay gente que sabe producir capital y empleo. Y ya para terminar, ¿usted piensa ir a la consulta de marzo, me imagino? ¿Esa es la idea? Pues si hay una, yo estaré lista. Digamos, a mí hay muchos empresarios, gente que me ha dicho, valdría la pena hacer una consulta entre los que no están ni con Petro, ni con la derecha. Hay mucho, hay mucho talento. Yo hablé prácticamente con todos. Cuando llegué al país en enero de este año, que venía a estudiar en Harvard, hablé con Sergio, hablé con Alejandro Gaviria, una cantidad de colegas, además con los que nos tocó afrontar una situación difícil. Aníbal Gaviria, que era gobernador de Antioquia. Juan Guillermo Zuluaga, que era gobernador del Meta. Jaime Pumarejo, que era alcalde de Barranquilla, Maurice Armitage, que es un gran empresario. Ojalá todos los empresarios de Colombia fueran como Maurice Armitage, que hizo además un servicio extraordinario en la alcaldía de Cali. Juan Daniel Oviedo, que ha sido un buen amigo aquí en Bogotá. Y a todos les dije, mire, yo encantada de competir con ustedes, tranquilamente, por la buena, de que expongamos nuestras tesis. Ojalá, si nos ponemos de acuerdo, pues que la gente escoja uno. Si yo gano, pues estaré feliz de trabajar con ustedes. Si ustedes me ganan, estaré feliz de apoyarlos como ustedes quieran. Reparto sándwiches, entrego volantes, me quedo en mi casa, lo que ustedes quieran. Aquí lo que importa de verdad es, aquí hay talento, aquí hay gente con liderazgo, aquí hay gente con diferentes tipos de trayectoria. Yo celebro que mucha gente ahora se quiera meter en esta tarea que la política requiere gente buena. Es increíble, hay mucha gente. Hay gente buena y hay gente que a mí me dice, ah, pero tú haces pocos pendejos que tienen el 1%. Hombre, no sean así, este es un mundo muy difícil. Traer gente buena a este mundo no es tan fácil. Qué bueno que se quieren meter. Todos empezamos en el 1%, todos incluyéndome. A mí me tomó 35 años de trabajo llegar hasta el 70% de reconocimiento. Eso no me lo gané en una rifa. Me lo gané trabajando, me lo gané exponiendo el pellejo, me lo gané aprendiendo, me lo gané trabajando por mi ciudad, por mi país, haciendo trabajo colectivo en tantas causas, desde la séptima papeleta cuando era muy chiquita, hasta la misión de observación electoral cuando se tomaban las mafias la democracia, hasta la consulta anticorrupción cuando nos hundían los mandatos anticorrupción sistemática y arrogantemente en el Congreso, hasta en la Alcaldía Mayor de Bogotá, que fue sin duda la mejor experiencia personal, profesional y laboral de mi vida, y le agradezco profundamente. Entonces aquí estamos es para servir, esto no es por vanidad, ni por ego, sino por oportunidad de servicio. Le agradezco mucho esta entrevista, sobre todo en estos momentos que vive el país, de servicio. Le agradezco mucho esta entrevista, sobre todo en estos momentos que vive el país. De verdad. A pesar de que me da mil gracias, un gusto conversar contigo siempre y que entre todos se nos ocurran las mejores soluciones. Sí, no es verdad. Muchas gracias. Así debe ser. A Fondo es un podcast producido por Mafialand. Producción general, Beatriz Acevedo. Producción de audio, Juan Felipe Rojas. Música original, del maestro Oscar Acevedo. Nos pueden escuchar también en mi canal de YouTube. Gracias por escuchar. Soy María Jimena Duzán. Gracias por ver el video.